sábado, septiembre 27, 2008

aburrimiento mortal

Momo miraba fijamente al maestro Hora. En voz baja preguntó:
- ¿Qué enfermedad es esa?
- Al principio apenas se nota. Un día, ya no se tiene ganas de hacer nada. Nada le interesa a uno, se aburre. Y esa desgana no desaparece, sino que aumenta lentamente. Se hace peor de día en día, de semana en semana. Uno se siente cada vez más descontento, más vacío, más insatisfecho con uno mismo y con el mundo. Después desaparece incluso ese sentimiento y ya no se siente nada. Uno se vuelve totalmente indiferente y gris, todo el mundo parece extraño y ya no importa nada. Ya no hay ira ni entusiasmo, uno ya no puede alegrarse ni entristecerse, se olvida de reir y llorar. Entonces se ha hecho el frío dentro de uno y ya no se puede querer a nadie. Cuando se ha llegado a este punto, la enfermedad es incurable. Ya no hay retorno. Se corre de un lado a otro con la cara vacía, gris, y se ha vuelto uno igual que los propios hombres grises. Se es uno de ellos. Esta enfermedad se llama aburrimiento mortal.

De la novela Momo, del escritor alemán Michael Ende [1929-1995].

viernes, septiembre 26, 2008

heroicidades cotidianas

Ayer hice algo heroico.
Me vi envuelto en un trance épico en el que tuve que arrostrar dificultades cuyo número y magnitud no son siquiera imaginables para quien no ha pasado por ellas...

Pasé pruebas comparables a las de Chihiro en su viaje, o a las que sufrió Indiana Jones huyendo de los nazis, o Ulises atado al mástil resistiéndose al canto de las sirenas, o los guerreros de Centroamérica tratando de no caer prisioneros durante las guerras floridas, o Papageno y Tamino tratando de rescatar a Pamina, o Humphrey y Katherine conviviendo en un barquito por África…
He tenido que superar trances como el de Sócrates tragando la cicuta, o el de Frodo cargando el Anillo por las montañas de Mordor, o el de Luke y Han Solo al verse encerrados en el triturador de basuras…
He tenido que responder preguntas y resolver y aclarar dudas comparables a las de Edipo resolviendo el enigma de la Esfinge, a las de Matías cuando no sabía si finalmente Violeta se iría o no al Perú con Niki...
Me he visto enfrentado a dificultades absurdas como cuando Armstrong y Aldrin le dijeron a Collins que él no se bajaba de la nave al llegar a la Luna, o como cuando Creonte se negaba una y otra vez a que Antígona recogiera a su hermano muerto para enterrarlo en la ciudad, o como cuando nadie creía a Casandra cuando vaticinaba desgracias futuras…
Y he pasado momentos desesperados sólo comparables al de Eneas cargando con su padre Anquises huyendo de Troya, o a la tristeza y la ira infinitas de Aquiles al conocer la muerte de su amado Patroclo…

Pero he salido airoso. He superado la prueba como si de un rito iniciático se tratara… he intentado cruzar un gran río… y he llegado a la otra orilla…

Ayer vacié mi ordenador, formateé y volví a instalar todo… en un sólo día y prácticamente sin bajas.

jueves, septiembre 18, 2008

baila!!!

dejo aquí un regalo que me acaba de hacer mi amigo david:



si lo ves entero y no te pone de buen humor...
miratelo: algo te pasa...
;o)

miércoles, septiembre 17, 2008

nihongo

Hace casi 20 años empecé a estudiar japonés.
Algun@s que me conocéis sabéis la historia: en el 87 u 88, no recuerdo bien, Lope, un amigo al que he perdido la pista en estos años, estuvo con una erasmus en Lovaina. Varias veces me propuso en esos meses que si le hacía una visita y finalmente estuve allí unos días viéndole y viendo un poco la ciudad...
La memoria que conservo de ese viaje es vaga: recuerdo una ciudad universitaria pensada para estudiantes llena de bares, bibliotecas y sitios para hacer fotocopias, recuerdo calles peatonales, recuerdo que me compré un poster de The Wall enorme que nunca he podido colgar porque nunca he tenido una pared tan grande, recuerdo que estuvimos en un sitio que se llamaba Le Cocotier, donde Lope robó un vaso que aún conservo... y recuerdo que entre mi inglés mediocre y el francés que nunca estudié no podía entenderme con ningun@ de l@s guiris que había por allí.
Al volver a casa decidí que estaría bien apuntarme a clases de francés. Fui a la escuela de idiomas. En esa época te apuntabas y luego se hacía un sorteo para elegir idioma. Obviamente inglés, francés, alemán, italiano eran los más solicitados y había patadas para conseguirlos.
Cuando se hizo el concurso al cabo de unas semanas salió el número que yo tenía para elegir en primer lugar: tenía cualquier idioma a mi disposición... pero pensé que con el francés me iba a aburrir en dos días, que en realidad ni me interesaba ni me apetecía... y elegí japonés.
Estudié allí un par de años. El primer año fue magnífico: además de los kanas, algunos kanji y algo de gramática y de vocabulario, el profe, un jesuita que había vivido allí una pila de años, nos contaba cosas sobre la cultura japonesa, sobre religión y arte, sobre caligrafía y haiku...
Esos dos años en la escuela de idiomas, entre otras cosas, me ayudaron a conseguír la beca con la que me fui a Tokyo en el 93.

Después, la carrera, los curros y mi inconstancia me llevaron a abandonarlo y retomarlo varias veces...
Es algo que siempre tengo pendiente. Es un idioma muy hermoso... pero ingrato: en cuanto lo abandonas un rato pierdes muchísimo de lo aprendido....

***

Anoche me acordaba de estas cosas y revolví un poco buscando un libro de kanji que me regaló Vero hace unos años.

Esta mañana, después de desayunar y antes de ponerme a currar, me he puesto a hojear los primeros kanji que vienen: los números del uno al diez, el sol, la luna, la boca, el ojo y el campo de arroz...

Luego, cuatro o cinco horas después, andando al mediodía por la calle del Pez hacia Bilbao, donde había quedado para comer, me he cruzado en la acera con Ramiro Planas, mi primer profe de japonés en la escuela de idiomas.

***

A estas cosas yo suelo llamarlas casualidades, pero hay quien las llama sincronicidades...

martes, septiembre 16, 2008

maestr@s

Qué gran cantidad de equivocaciones [...] las que cometemos los que hemos pretendido enseñar sin haber alcanzado todavía la madurez del espíritu y la tranquilidad del juicio que las experiencias y los mayores conocimientos van dando al final de la vida. El mero conocimiento no es sabiduría. La sabiduría sola tampoco basta. Son necesarios el conocimiento, la sabiduría y la bondad para enseñar a otros hombres. Lo que deberíamos hacer los que fuimos alguna vez maestros sin antes ser sabios, es pedirles humildemente perdón a nuestros discípulos por el mal que les hicimos.

Del libro El olvido que seremos, del escritor colombiano Héctor Abad Faciolince [1958-].

miércoles, septiembre 10, 2008

crisis

estoy en casa.
mientras curro en el ordenador tengo la tele puesta para escuchar el debate en el congreso sobre la crisis económica.
l@s polític@s, como suelen, se recrean en repetir tópicos, lugares comunes, en descalificarse mutuamente sin tregua, machacando sin excepción todo lo que sugiere el partido contrario, sin dar alternativas, no escuchan, no proponen...
aburren.
hago un recreo, echo un vistazo a algunos periódicos. en el país me encuentro esta viñeta de el roto:



apago la tele. pongo música. sigo currando...

viernes, septiembre 05, 2008

:: humanitos

Darwin nos informó que somos primos de los monos, no de los ángeles. Después supimos que veníamos de la selva africana y que ninguna cigüeña nos había traído de París. Y no hace mucho nos enteramos de que nuestros genes son casi igualitos a los genes de los ratones.
Ya no sabemos si somos obras maestras de Dios o chistes malos del Diablo. Nosotros, los humanitos:
los exterminadores de todo,
los cazadores del prójimo,
los creadores de la bomba atómica, la bomba de hidrógeno y la bomba de neutrones, que es la más saludable de todas porque liquida a las personas pero deja intactas las cosas,
los únicos animales que inventan máquinas,
los únicos que viven al servicio de las máquinas que inventan,
los únicos que devoran su casa,
los únicos que envenenan el agua que les da de beber y la tierra que les da de comer,
los únicos capaces de alquilarse o venderse y de alquilar o vender a sus semejantes,
los únicos que matan por placer,
los únicos que torturan,
los únicos que violan.
Y también
los únicos que ríen,
los únicos que sueñan despiertos,
los que hacen seda de la baba del gusano,
los que convierten la basura en hermosura,
los que descubren colores que el arcoiris no conoce,
los que dan nuevas músicas a las voces del mundo
y crean palabras, para que no sean mudas
la realidad ni su memoria.

Del libro Espejos, del escritor uruguayo Eduardo Galeano[1940-]

miércoles, septiembre 03, 2008

aznar, papá

aznar deja embarazada a la ministra francesa de justicia, de origen magrebí...
ahí es ná.
más información aquí, aquí o aquí...
¿y ana qué dice...?

karate

ayer volví a karate.
después de las pellas que hice al final del curso pasado y de las vacaciones sin hacer ni un kata... andaba un poco oxidao... pero estoy tan contento de ponerme el kimono otra vez.
este año en horario nuevo y con profe nuevo.

martes, septiembre 02, 2008

children see, children do

lunes, septiembre 01, 2008

titánic

Esta ha sido una de las sorpresas de este verano...

Hace añísimos mi padre trajo de uno de sus viajes, creo que de Canadá, el juego del Titánic.
El nombre completo del juego, ahora lo sé, era The sinking of the Titanic, pero en mi casa siempre se le llamó el Titánic a secas...
Acostumbrad@s como estábamos a juegos del estilo del Palé... lo del Titánic fue la revolución.
El tablero era "triple": había una parte móvil, el barco, que se iba hundiendo según avanzaba la partida y por el otro lado iba apareciendo el barco de rescate. Para llegar hasta allí había que recorrer primero los pasillos y los camarotes rescatando pasajeros, agua y provisiones, conseguir un bote de salvamento antes de que el agua te alcanzara y luego, ya en el mar, llegar hasta el barco de rescate sin que ninguno de los contrincantes te quitara lo que habías conseguido...
Nos encantaba.
Las hermanas también lo recuerdan como un juego divertido al que jugamos un millón de veces...

Parece que fue una de las bajas de la última mudanza de mis padres, cuando se fueron de Madrid a Algeciras.

El caso es que este verano, l@s amig@s se han puesto a buscarlo por mi cumple... se han compinchado con Su para que les diera pistas de cómo era el juego, han buscado en Google, en eBay y no sé en cuantos sitios más...
Y finalmente, aquí está:



[En ese CD que se ve a la izquierda me grabaron una presentación donde me contaban las peripecias que hicieron para conseguirlo, mails, pujas, fotos...]

Ya jugamos el otro día para estrenarlo. Me lo pasé tan bien como lo recordaba...
Las hermanas están igual de flipadas que yo, incluida Susana aunque haya colaborado, y yo al menos estoy deseando que nos juntemos l@s cuatro para echar una partida...
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