domingo, julio 01, 2007

:: pensamientos en el sótano

La pelota atravesó la ventana rota y cayó en el pasillo del sótano.
Una de las niñas, la hija de catorce años de los conserjes, bajó renqueando a buscarla. A la pobre el tranvía le había cortado la pierna por debajo de la rodilla, y se sentía feliz cuando podía recoger pelotas para los demás.
En el sótano reinaba la penumbra, pero de todas maneras le llamó la atención algo que se movía en un rincón.
- ¡Minino! –dijo la muchacha de pierna de palo de la conserjería-. Y tú ¿qué haces aquí, gatito?
Alzó la pelota y, como pudo, se apresuró a llevarla.
La vieja, sucia y hedionda rata –fue a ella a quien confundieron con un gatito- se sorprendió. Así no le había hablado todavía nadie.
Hasta ahora sólo la odiaron, le lanzaron pedazos de carbón o huyeron aterrados ante su presencia.
Por primera vez se le ocurrió lo diferente que hubiera sido todo si, por ejemplo, hubiera nacido gato.
Es más -¡porque así de insaciables somos!-, continuó tejiendo sus fantasías. ¿Y si hubiera nacido para ser la muchacha de pierna de palo de la conserjería?
Pero eso ya hubiera sido demasiado hermoso. No se lo pudo ni imaginar.

István Örkény, escritor húngaro [1912-1979]. Cuentos de un minuto.
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